Canciones para soñar

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! A veces mi subconsciente me descubre su capacidad para descubrir giros en la trama mientras duermo y me sorprende con ellos al día siguiente de una manera particular.
Ayer me levanté con una canción en la cabeza que hacía más de diez años que no escuchaba. Fui al despacho tarareándola, con la sensación de dar un paso atrás en el tiempo, cuando llevaba y recogía a mis hijos del colegio en coche y me pasaba las colas escuchando canciones en bucle.


Sí, entonces ya tenía esta afición. Repetía las canciones que me gustaban una y otra vez, hasta que me las aprendía de memoria.
Es como si las notas pudieran llevarme de la mano de las historias hasta el alma de los personajes y acercarme a sus emociones de manera intensa. Mientras conducía le daba vueltas a las historias, acompañada de la música que lograba ponerme en situación.
Ahora escribo dos novelas a la vez, ambas inspiradas en un mismo grupo de gente, pero con ideas diferentes e independientes. Mientras Julia y Zack terminan su historia en la tercera novela de la serie, Luke y Kristie viven su romance en un único manuscrito.


En la serie me propuse darle una vuelta de tuerca a mi afición de escuchar canciones en bucle para sentir una escena y utilizarlas como parte de la trama, con connotaciones de ese instante, buscando letras que ligaran con ese él y ayudaran a los personajes a darse cuenta de algunos sentimientos.
De momento funciona, aunque requiere una investigación exhaustiva de letras y canciones hasta dar con la idónea.
Llevo unos días con una escena de CEST en la cabeza, dándole vueltas a un instante con una carga emocional intensa. Y ayer me desperté con Bring me to life repitiéndose en la cabeza. Mientras conducía la moto hacia la oficina la tarareaba sin ser consciente de ese movimiento de labios.


Una vez en el despacho el ordenador no me funcionaba y mientras nuestro querido IT lo arreglaba me escuchó cantar la letra a mi manera (no la recordaba bien y me la inventé). Me preguntó si era la canción de Evanescece y al decirle que sí descubrí lo maravilloso que es mi subconsciente, ya que la letra es perfecta para la escena de Luke y Kristie que tengo en mente.
Llevo desde entonces escuchándola en bucle, con los sentimientos a flor de piel, sonrisas, suspiros y un sinfín de imágenes en la cabeza para avanzar en el laberinto de esta novela.
Puedo con dos a la vez. Llevo ciento cincuenta folios de una y sesenta de la otra en casi dos meses y no pierdo el hilo de ninguna porque las dos historias me cautivan, llenándome de emociones y de ideas.




¡Feliz día! J     

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