Una reflexión matutina

7:42 Pat Casalà 0 Comments

            Hoy hace un día bastante triste, aquí en Barcelona. Las nubes se han empeñado en encapotar el sol que ha lucido durante la última semana para proporcionar unas altísimas temperaturas en la ciudad. Y, en el preludio del fin de semana, cuando se puede gozar del exterior acompañados por los rayos solares, nuestro gran astro va y se esconde.
            Nos podría servir de alegoría para muchas cosas en la vida: cuando parece que todo va de cara, un revés puede hacernos cambiar la suerte o replantearnos muchas situaciones. En muchos casos la ausencia de luz no significa necesariamente el fin de algo, más bien podemos estar ante un nuevo principio que todavía se resiste a clarear.
            Internet no me funciona, la lucecita que debería indicarme que todo va bien está completamente apagada, así que no sé a ciencia cierta cuándo voy a poder colgar esta entrada en el blog. Pero yo estoy aquí, ante el ordenador, a las 7.27 de la mañana, aporreando el teclado, intentando dejar una pequeña huella impresa en la pantalla.
            Me propuse escribir cada día un poquito y de momento lo he logrado. Aun que algunas veces me resulta complicado encontrar temas interesantes y no repetirme. ¡Creo que es imposible no repetirme! Mi mente da vueltas y más vueltas a las mismas cosas a diario, mantiene unas conversaciones parecidas con unas personas concretas cada día y repasa una y otra vez las tramas de la novela en curso, buscando grietas en la historia, incongruencias y nuevas situaciones para avanzar hacia el final.
            Así que hoy sencillamente he escrito los pensamientos que han venido a la cabeza al levantarme y ver el cielo. De manera que he compartido con la pantalla una sensación matutina, un despertar.
            Ayer me propuse retomar la novela Oros, sin embargo tuve un día un tanto agitado y no pude avanzar. Hoy creo que las horas estarán copadas por el inglés, el trabajo, mis hijos, la casa y unas cuantas cosas más que me impedirán encontrar el momento para abrir mi pequeño portátil y aislarme del mundo que me rodea para hacer una inmersión en la vida de Pam Casas. Pero prometo hacerlo durante el fin de semana. ¡Cómo mínimo dos capítulos!!!!
            Pero como todo en la vida tiene solución, he enchufado mi USB de MoviStar y volilà, ¡he aquí cómo he logrado colgar el post!!!!!

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