Alona Beach Y Belicasag Island (Bohol)

7:17 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Esta semana tengo muchísimo lío, el próximo lunes me voy a Brasil por trabajo durante una semana y hay mil preparativos. Será una experiencia agotadora, pero muy productiva.
Durante esos días no habrá entrada en el blog, ya que aparte de la diferencia de horarios, la jornada laboral se alargará durante muchas horas y me va a ser imposible escribir.
Ayer nos quedamos en nuestra llegada al Hennan Hotel de Bohol.


Tras el desafortunado incidente de recepción dejamos las cosas en la habitación, deshicimos la maleta y nos vestimos con ropa de baño para ir a dar una vuelta y pasarnos un rato largo en las piscinas. Necesitábamos planear los días siguientes. Teníamos claro qué queríamos hacer: una inmersión en Balicasag Island, visitar Virgin Island, ir a ver las Chocolate Hills y conocer a los Trasiers (unos monos pequeñitos con ojos enromes).


Paseamos por Alona Beach observando los restaurantes y la vivacidad de la playa, estudiamos las ofertas de los centros turísticos y acabamos contratando un pack de varias cosas con un señor local. Al día siguiente iríamos con una barca a hacer excursiones y a bucear y al siguiente tendríamos conductor privado para salir pronto del hotel, visitar varios puntos y terminar en el aeropuerto donde teníamos previsto un vuelo hasta Manila.
Cenamos en un restaurante bastante agradable frente al mar y terminamos la velada bañándonos en las piscinas iluminadas del hotel. Estaban repletas de grupos familiares chinos, que suelen ser muy escandalosos.


Había música en directo, como no, una cantante con una voz prodigiosa entonó el Despacito sin pronunciar las palabras de una forma coherente.
Por la mañana empezamos la excursión. Me había pasado la noche con un dolor agudo de oído, necesité varias gotas antibióticas y decidí no hacer la inmersión, ya que es peligroso, así que me armé con mi Kindle y me subí a la barca para esperarlos mientras ellos se sumergían por última vez en el mundo submarino.


Teníamos dos marineros en la barca para nosotros cuatro.
Cuando avistamos Balicasag Island me pareció una isla menos paradisíaca que otras, pero era auténtica porque nos dejaron en una aldea asentada cerca de la playa donde prepararon a mi familia para la inmersión. Una con mucha seguridad, pero no oficial.
Mientras ellos estaban bajo el agua yo me estiré en la arena con mi libro. Empezaba a chispear, pero el calor húmedo de esta parte del trópico me acompañó y no me molestaba la fina llovizna que me mojaba. Había unos niños bañándose en la cercanía, al lado de una barca, y me pasé un rato viéndolos hasta que decidí seguir su ejemplo.


Mi familia regresó feliz de su experiencia. Unas cuantas mujeres se acercaron mientras se vestían para ofrecer varios objetos realizados con conchas. Decidimos comprar unos pisapapeles chulísimos y muy artesanales para regalar.
¡Feliz día! J 

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