Amistad

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Ayer fue un día de reencuentros con personas a las que adoro. Es curioso cómo la vida me ha llevado a conocer a gente maravillosa con quien compartir instantes.
La amistad es un concepto extraño porque a veces te acerca a alguien sin llegar a crear un vínculo real o solo es unidereccional.


De niña pensaba y sentía diferente a los demás. Las emociones siempre me ahogaban y la imaginación desbordante me convertía en una chiquilla demasiado fantasiosa para crear lazos fuertes con las personas de mi entorno.
Por suerte el tiempo solo consiguió traer madurez, miles de experiencias, tanto positivas como negativas, objetividad y un sinfín de compañeros de viaje.


Me casé muy joven, solo tenía veintitrés años cuando caminé hacia el altar de la mano de mi padre. Construí mi mundo alrededor de mi familia y dos años después tuve a mi primer hijo. Fui madre con veinticinco, cambié las salidas con amigos por un bebé precioso que consiguió llenar mi vida de sonrisas. Dos años y ocho meses después vino Irene…
Durante un largo tiempo transité por una existencia feliz donde no necesitaba demasiado. Mi familia, mis escritos, mis personajes, mis ideas…  Esos eran mis compañeros de viaje.


Recuerdo el día que entré por primera vez en mi trabajo actual, en esa oficina atípica que teníamos entonces. Había una joven andaluza con el pelo rizado que me pareció simpatiquísima. A la media hora de empezar a trabajar el dolor de cabeza me atenazaba y ella me ofreció un Ibuprofeno.
A partir de ese instante empezó una amistad que todavía ahora, casi seis años después, sigue manteniendo la llama. Mabel fue la primera persona externa a mi círculo familiar que se decidió a leerme y se convirtió en mi amiga, una de verdad, con quien hablo muchísimo, a veces incluso más que con mi marido. ¡Y eso que vive en Suiza!


Después apareció Senda. ¿Quién olvidaría nuestras bath parties? ¿O esa paranoia absurda de que la oficina estaba llena de micros? Fue otro soplo de aire fresco, una sonrisa diaria y alguien con quien ser yo misma. También hablamos cibernéticamente porque ella vive en el reino Unido… ¡Pero ahora pasará un tiempo aquí y nos vimos ayer! Fue precioso comer con ella y sentir que nos vimos hace dos horas cuando en realidad han pasado meses desde la última vez.
También hay otras amigas que me han enseñado el valor de la amistad, pero no me queda tiempo ni espacio en el folio, así que mañana más…

¡Feliz día! J

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