Writing on fire

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Este fin de semana me he quedado en casa. Mi marido tenía anginas y necesitaba reposo. Por suerte Julia y Zack tenían mucha historia para contar, con flecos que empiezan a abrirse para la tercera parte y nuevos personajes que aterrizan a la trama para cambiar el curso de los sucesos.
Pensaba que llegados a este punto me sería más difícil avanzar, pero es curioso cómo he conectado con la situación y he logrado darle una vuelta de tuerca a mis ideas iniciales.


A medida que escribo me doy cuenta de lo importante que es ir adelante y atrás, sin dejar de releer capítulos ya terminados para mejorar algunos aspectos de la narración. Antes mi sistema era lineal, nunca corregía una idea, pensaba que cada una era interesante cuando se me ocurría. Ahora me he vuelto más selectiva y no me duele replantear un capítulo si no me gusta hacia donde se encamina ni llenar espacios con nuevas ideas si lo veo necesario.
Este fin de semana he conseguido darle un empujón importante a UDMST, he escrito veintisiete folios, casi quince mil palabras, con una intensa dedicación. Intercalaba la lectura del libro en el que me he comprometido a hacer de beta y algunos vídeos en YouTube.


Si pudiera pasarme la vida así sería una maravilla. Aunque entonces necesitaría una gran dosis de voluntad para detenerme. Ayer a las ocho de la noche me obligué a cerrar el ordenador, a dejar de escribir, a abandonar los vídeos de la pareja mítica que me inspira, a buscar algo en la televisión para desconectar. Necesitaba un poco de distancia con la novela.
Esta mañana me he levantado con un par de ideas necesarias para seguir, necesito reubicar algunas partes ya escritas, darle un poco más de profundidad a una trama y encontrar una solución factible para el fleco que me acompañará hasta la resolución total de la última novela.


La parte positiva es que mientras dormía he encontrado la solución a una de las partes. Para avanzar con lógica necesito delinear la tercera parte en la cabeza, darle forma a algunas ideas y decidir cómo terminar este manuscrito.
 En las trilogías el más difícil siempre es el libro de en medio, porque no plantea ni un inicio ni un final, solo es una continuación, un nudo que también necesita cerrarse un poco para no dejar al lector con una mala sensación, pero que no puede dar una resolución a la trama.
Espero conseguir el tono adecuado para despertar deseos de proseguir la lectura con el tercer libro y no defraudar a mis beta al darles una historia con lógica.

¡Feliz día! J

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