Conexiones

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buebos días! Este viernes es una explosión de emoción en mi vida. Deseo avanzar con Julia y Zack, pasame las horas del día tecleando, sin horarios, sin trabajo, sin más obligaciones que darle un empujoncito a la novela. Aunque no me quejo, en cuarenta y tres días he conseguido escribir noventa y dos mil palabras, ciento ochenta DINA4, cuarenta y dos capítulos… Si a eso le sumamos las cincuenta páginas finales de UUDC, puedo afirmar que este último mes y medio he batido un récord.
Esta vez me pasa algo muy curioso, voy adelante y atrás, leo, releo, escribo, reescribo y vuelvo a reescribir. Mi cabeza se ha amotinado y solo quiere rebobinar antes de avanzar un poquito más, necesita repasar trozos, buscar ideas durante la noche, retocar lo ya escrito en busca de pulir antes de terminar.
Normalmente compartimento bien mi cabeza. Cuando llego al trabajo me olvido durante horas de las novelas y rindo a tope. Ahora también lo doy todo en la oficina, pero sigo con la mente enredada en la trama, como si necesitara mantenerme conectada a ella en la distancia.
Ayer también busqué un ratito para arreglar el primer capítulo de UUDC. Mi amiga de Gilford me mandó sus comentarios y me entró el gusanito, necesitaba arreglar esos flecos que me señaló.
Tener amigas en la distancia es triste y maravilloso a la vez. Conectarse a través de las nuevas tecnologías me las trae cerca, a veces parece que nunca se han ido y puedo chatear con ellas durante horas, sin perderme ni un segundo de sus vidas.
Una en Gran Bretaña, otra en Suiza y yo en Barcelona… Dos chats abiertos casi las veinticuatro horas, a excepción del fin de semana. El sábado y el domingo apenas hablamos, solo si hay algo importante que decir. Entonces nuestro medio es el Whatsapp.
En mi juventud solo teníamos el correo postal, el teléfono fijo de toda la vida y las señales de humo… Jejeje, si conocías a alguien y se marchaba a vivir a la otra punta del mundo perdías el contacto. Tenerlas cerca cibernéticamente consigue mantenerlas aquí.
No soy mujer de muchas amigas, apenas guardo tiempo para compartirlo con mi familia. Me paso horas libres abstraída con la escritura, sola en mis mundos paralelos, sin otra distracción que dejar volar la imaginación. Solo deseo aporrear el teclado y perderme en las vidas de los personajes del momento. Es difícil mantener así el contacto con el mundo exterior. Conectarme con ellas vía chat es perfecto y me ayuda a seguir en la brecha de las historias, sin salir de casa…

¡Feliz día! J

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