Positivizando...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy tengo pocas ganas de escribir, ayer fue un día estresante, con noticias que me disgustaron muchísimo y una vuelta al mismo sitio de salida de siempre con mis hijos.
Cuando escucho las grandezas de otros padres, contando cómo sus hijos consi
guen unas notas maravillosas… En fin, cada uno debemos conformarnos con lo que tenemos y pensar la parte positiva, a pesar de las repercusiones que estas realidades puedan tener en el futuro.
Ser madre de dos adolescentes es complicado, más de lo que pensaba en un principio. Me cuesta no pensar más allá, no ver cómo se equivocan y enfrentarme a situaciones nada fáciles de resolver.
Muchas veces me recuerdo a su edad, con las mil complicaciones de mi carácter, mi manera tan diferente de ver el mundo que los demás, esa fantasía demasiado intensa para ayudarme a centrar mis pensamientos desbocados. Realmente tampoco era fácil, pero como mínimo brillaba por la responsabilidad en los estudios, gracias a mi necesidad absoluta de superarme constantemente.
Cada vez que escuchaba: «jamás conseguirás escribir un libro si no eres capaz de hacer bien ni una redacción», me rebelaba, esa realidad atentaba contra mis sueños y yo ponía empeño para solucionarlo. Entonces no te diagnosticaban la dislexia como ahora ni te ayudaban en la escuela ni tenía los mil recursos de los que disponen mis hijos, solo las ganas de cambiar esas afirmaciones.
Estos últimos meses, con los reencuentros con antiguas compañeras, me he dado cuenta de que yo nunca fui como ellas, no les dejé entrever mi verdadero interior ni conseguí arañar un poquito de cariño real. Sin embargo también he descubierto algo maravilloso, ahora sí tengo un grupo de personas que me quieren como soy y me apoyan muchísimo. ¡Eso vale su peso en oro!
Ojalá la vida me ayude a encontrar la manera de llevar a mis hijos a un lugar donde puedan cumplir sus sueños. No hay nada imposible si tu tesón es el que capitanea tus actos. A veces solo debes redimensionar tus sueños, encajarlos en la realidad, pero no puedes rendirte ni escuchar a los demás cuando te dicen una y otra vez que no lo conseguirás.
Lo único importante es luchar por superarte cada día, no dejarte vencer por la desidia y la frustración, trabajar dándolo todo, sin quedarte a medias y marcarte metas plausibles a las que llegar con tu esfuerzo diario, sin desfallecer, con la emoción diaria de conseguir ganar un pedacito de terreno y sonrisas constantes.

¡Feliz día! J

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