Tú en Hong Kong, yo en Barcelona

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llegamos a un jueves fabuloso, es como si fuera viernes… Mañana es fiesta, tenemos tres largos días por delante para relajarnos… ¡Los necesito! Estoy mejor, aunque todavía de reposo, trabajando desde casa, sin dejar de cumplir mis obligaciones laborales ni de corregir RANP.
Esta vez el pulido no resta páginas, las aumenta sin parar, con la necesidad de añadir nuevos matices para darle mayor consistencia a la trama. Empecé en doscientas siete páginas y ya voy por doscientas veinte… Más de dieciocho mil palabras…
¡Me encantan Bruno y Aurora! Ella es la contradicción en estado puro, construir su personaje es difícil, a veces me cuesta encontrar la medida a sus reacciones. Por suerte conecto con ella y creo que la he dotado de la intensidad necesaria para caminar sola por las páginas.
Hoy cumplo diecinueve años de casada… Lejos queda ya aquella Pat de veintitrés años que pasó por el altar. Tenía tantas ilusiones… Desde entonces la vida me ha tratado bien, soy feliz y nada consigue arrebatarme la sonrisa matutina.
Al preparar la boda mi mente calculadora tejió un plan infalible para celebrar siempre el aniversario con una cena. Decidí casarme el treinta de abril, a pesar de que caía en martes, para gozar siempre de un día festivo después. El uno de mayo siempre será el Día del Trabajador… En esos momentos de mi vida valoraba mucho estos pequeños detalles.
Recuerdo cómo en casa me recitaban el dichoso refrán popular: «En trece martes, no te cases ni te embarques». Se reían… Yo siempre les contestaba lo mismo: «es día treinta, no trece»… Pero en el fondo le daba vueltas y más vueltas a esas palabras.
Aquel día despertó lluvioso, tras una tromba de agua de veinticuatro horas. Miré por la ventana al levantarme y suspiré, ¿y si tenían razón? ¿y si casarme en martes era un mal augurio? Apreté los puños y me fui a la peluquería, ignorando el tiempo.
Nunca me ha gustado la lluvia, me entristece y solo consigue mantenerme en un estado melancólico. Es importante mantener la esperanza, porque después de la tempestad siempre sale el sol… ¡Al salir de la peluquería el cielo azul me sorprendió! Fue un regalo inesperado del destino.
Me casé por la tarde, acompañada de los rayos solares, con una inmensa sonrisa y rodeada de personas importantes para mí en ese ahora. Fue un día feliz y radiante que solo me ha reportado ilusiones.
¡Qué lejos queda ahora! ¡Cuántos cambios se han sucedido en mi vida!
El tiempo deja su huella impresa en las facciones, en los recuerdos, en los sucesos pasados. Durante años mi marido y yo seguimos la costumbre de buscar un sitio elegante para cenar la noche del treinta de abril, disfrutando del momento, hasta que China se interpuso en nuestro camino.
¿Quién nos iba a decir a nosotros entonces que cada año mi marido debería viajar a China en estas fechas por trabajo? Grrrrrr, ahora celebramos el aniversario separados por más de nueve mil quilómetros… Él en Hong Kong, yo en Barcelona… En fin, ya saldremos a cenar cuando vuelva…

¡Feliz día! J

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Amigas...

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Ayer no escribí en el blog… Pasé un día horrible, de aquellos para olvidar… No dormí nada, tenía un intenso dolor en el pecho, pero la cantidad de trabajo importante del despacho me obligó a levantarme, ducharme, desayunar e irme a la oficina. No podía escribir con el ordenador sin sentir un dolor intenso, así que aparqué la entrada para hoy. Acabé en casa, tras una visita a urgencias, medicada y teléfono en mano para no dejar las cosas a medias.
A veces la suerte se confabula para fastidiar las cosas cuando más necesitas estar entera. La editorial de El Secreto de las Cuartetas, Javisa23, ayer me informó de que los libros habían salido defectuosos de imprenta, lo que implica retirar los ya vendidos, reimprimirlos y esperar con los dedos cruzados a que lleguen a la presentación.
Si a eso le sumamos una noche en vela por dolor, mil tareas que no podían esperar, una medicación que me espesa los pensamientos… Grrrrrr. Estuve desde las doce del mediodía hasta las ocho y cuarto de la tarde al teléfono, solucionando temas. En algunos momentos me sonaban los dos a la vez: el móvil y el fijo. Escribí mil emails, até cabos sueltos y al fin conseguí dejar listo para hoy el trabajo. Aunque no hice demasiado caso al médico…
Hoy toca trabajar desde casa, sin parar, en contacto continuo con la oficina. La noche no ha sido demasiado buena, sigue doliéndome a pesar de la medicación. A las seis en punto ya estaba en pie…
En fin, voy a mirar la parte positiva. Estoy en casa, metida en la cama y con un sinfín de ideas para darle la vuelta a la suerte. ¡Seguro que lo consigo!
La cena del viernes me ha hecho recapacitar en muchísimos aspectos. A veces nos empeñamos en sentir de una manera, cuando en realidad deberíamos hacerlo diferente. La amistad es un bien preciado que no se puede forzar, surge espontáneamente y se necesita biderecionalidad para mantenerse a flote.
Amistad es mantener una conversación cibernética cada mañana con Mabel, a pesar de que está en Suiza y llevamos más de cuatro años sin vernos en persona; conectar el Skype para verle la cara a Senda con su niño, viven temporalmente en Gilford, pero hablamos muchísimo, como si siguiera en Barcelona; decidir el día de la presentación con ella, para asegurarnos de que podrá asistir; charlar animadamente con Dolors en el gimnasio; recibir noticias de Anna durante la semana; tomar una infusión cada mañana con Mercè antes de empezar la jornada laboral, explicándonos cosas interesantes, compartiendo momentos…
Quizás no soy muy prolífera en amigas, pero estoy orgullosa de ellas, las siento cerca y me aceptan con mis virtudes y defectos. Es más de lo que podía esperar de la vida… Una familia fabulosa, que me apoya y siempre está ahí para hacerme sonreír, unas amigas mágicas, un grupo de betas que suelen alegrarme los días, una estabilidad… Y mis libros, con mi mente abierta a nuevas y excitantes aventuras, siempre con ideas para plasmarlas en el papel, con la inmensa suerte de contar con horas para sumergirme en los mundos paralelos y poblar de personajes las historias.
 ¡Feliz día! J


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Una cena, el final de RANP y sonrisas varias

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Llegamos al lunes con mil cosas interesantes que contar… Mi marido ya está en China…
El fin de semana se ha llenado de experiencias increíbles, con momentos estelares y la constatación final de mi capacidad de sonreír con los pequeños triunfos. ¡Felicidad ente todo!
La cena del viernes me resultó increíblemente maravillosa, descubrí vidas, ilusiones, sentimientos… Me reencontré con mis amigos de antaño, aquellos con los que traspasé la frontera de la adolescencia para culminar en una primera juventud. Los recuerdos de esos momentos perdidos en la memoria me mostraron una cara alegre del pasado, con un sinfín de ilusiones ocultas en cada recodo.
Sentados a una larga mesa rectangular, con una comida buenísima, servida en el restaurante de uno de ellos, el Guana, regada con vino de calidad y conversaciones a la vera de la edad adulta, supe que mi vida actual es como la deseo vivir. Y sonreí. Sin dudas ni agobios, simplemente con felicidad.
Me encantó escuchar relatos varios, sentir que los años han moldeado a personas increíbles, con sus propias historias llenas de vitalidad. Cada uno ha seguido la estela de sus sueños, dándole bombo a las situaciones deseadas.
Es bonito saber que en un momento del pasado formé parte de sus vidas. A pesar de los cambios inherentes a la madurez, del sendero elegido y de la separación hace demasiados años, el viernes recordé cuando un grupo bastante amplio de ellos eran mi elenco de amistades.
La Pat de antaño era insegura, parlanchina, con miles de historias en su cabeza, incapaz de centrar la imaginación de una manera productiva. Me gustaba vivir rodeada de gente, sentía demasiado y solía aspirar a integrarme en núcleos afectivos que se alejaban demasiado de mi realidad.
El tiempo me ha enseñado a darle importancia a lo necesario y a disfrutar de las pequeñas cosas sin ansiar lo que no está al alcance de mi mano. He encontrado personas increíbles en el camino, con las que he trazado una amistad sincera, y he dejado de estar enfadada con la vida, conmigo misma y con mi entorno.
Es curioso cómo viví el viernes, con una mezcla de nostalgia positiva y felicidad por mi ahora. Ya no me asusta la soledad, mi fin de semana ideal es como este, estirada en mi rincón del sofá, dándole un empujón a la última novela, con ímpetu, ilusión y la compañía inestimable de mis personajes.
Terminé RANP el sábado por la mañana. Me costó, se me atragantaban las últimas escenas, a pesar de verlas con facilidad en mi mente. Era como si las palabras se negaran a expresar la tensión necesaria para llevar a Aurora y a Bruno a la culminación de su aventura personal.
Mabel, mi querida amiga de Suiza, el otro día me dijo: «no le des más vueltas, intenta escribirlo y luego lo corriges». Y eso hice, rubricando el ansiado fin al borde del folio doscientos siete. Luego me pasé el resto del sábado y todo el domingo releyendo, cambiando cosas, descubriendo la historia en su totalidad.
¡Qué increíble es decidir nuestro destino! Hay que luchar para alcanzarlo, sentir para vivirlo y soñar para conquistar la meta.

¡Feliz día! J

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Emociones a destajo

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Por primer año ayer salí a la calle con alegría, sin agobiarme ni derramar ninguna lágrima. ¡Fue increíble! Paseé con mis padres, mi hermana y Óscar por la Rambla Catalunya, mirando las paraditas de libros, y acabé en la firma del marido de mi prima, comprándole dos ejemplares dedicados para regalar.
Cada día recibo muestras de cariño de personas que han compartido un instante de mi vida. Algunos solo estuvieron de paso, pero ahora quieren acompañarme en mi nueva aventura, emocionándose por la publicación de mi libro.
Cuando el móvil vibra para traerme mensajes de gente que desea comprar mi libro, asistir a la presentación o decirme que quiere mi firma en un ejemplar, me alegra el día. Y últimamente me pasa con asiduidad. Se vuelcan, se alegran y muestran una auténtica ilusión por acompañarme en estos momentos tan emotivos.
Sonrío. Es bonito sentirme respaldada después de tantos años de lucha. Si pudiera dotar de emociones las palabras las llenaría de intensidad, con notas felices, toques de alegría, paletas de armonía y muchísimas lágrimas llenas de euforia.
Quizás mi suerte es escurridiza, pero vale la pena el camino, el esfuerzo y el tesón para descubrir esas muestras de amistad a destajo, para compartir con los demás este pequeño triunfo, para avanzar hacia una nueva percepción del mundo, donde los deseos cobran otra dimensión y los compañeros de viaje son una parte importante de mi día a día.
¿Qué sería de mí sin mi grupo de betas? Son parte de mi inspiración, ese extraño ente caprichoso y responsable de las casi catorce novelas que almacenan polvo en el disco duro del Mac. La fuerza necesaria para continuar la encuentro en las cosquillas abdominales al descubrir nuevas ideas para las tramas, en el hormigueo de mis dedos al acariciar un teclado, en los pensamientos que suelen aparecer de improviso y me llevan a un mundo lejano, donde todo es posible.
Escribir es mi pasión. Ahora toca creer en los manuscritos, darles vida más allá de mis seis betas, de las conversaciones improvisadas donde charlamos alegremente de personajes, tramas, ideas… Durante los últimos años solo me he dedicado a escribir, sin mirar más allá, dejándolo todo en manos del destino y de mi antigua agente.
Quiero tomar las riendas de mi vida literaria, buscar salida a mis deseos de conseguir un pedacito de ese cielo azulado que clarea en el horizonte. Y sé que nada de eso sería posible sin la presencia de mis lectores, de mis amigos, de mi familia, de mis beta, de los compañeros de viaje… ¡Gracias de corazón por conseguir que mi vida sea una paleta llena de colores vivos!
¡Feliz día! J


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¡Feliz Sant Jordi!

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hoy es Sant Jordi… Durante muchos años este día para mí era gris y melancólico. Solía caminar por la calle mirando las paradas, con el deseo intenso de estar un día ahí, firmando, sintiendo.
El tiempo pone a cada uno en su lugar, la realidad se impone lentamente, a veces con dificultad. Lejos queda ya ese Sant Jordi en el que me levanté en La Cerdanya, con lágrimas en los ojos y una decepción total. Recuerdo el momento justo en el que cayó el hollín anegando el salón con su humo grisáceo… Ese fue mi peor Sant Jordi…
Hoy me despierto con una mezcla de ilusión y felicidad, con la sensación de que tengo un pequeño triunfo en la mano. La novela no ha llegado a las librerías todavía, solo se puede comprar Online, a través del enlace de la editorial (enlace). No voy a estar firmando en un tenderete, pero mi corazón rebosa alegría.
Lo positivo que subyace de la situación es que pronto tendré una presentación donde la gente importante para mí vendrá a apoyarme en un día importantísimo. Será genial.
De momento Ecos del Pasado continúa vendiéndose bien en Amazon, El Secreto de las Cuartetas es una realidad en papel, la Serie Estrada empieza a tomar forma con portadas e ideas y RANP enfila la recta final hacia el The End, con instantes álgidos. Me cuesta encontrar el tono, tardo una eternidad en escribir algo, pero camina poco a poco por el sendero de las palabras. Tengo tantos libros para ofrecer en Amazon, tantas historias con las que conseguir algún lector despistado…
Suspiro. Que bien sienta llegar a una placidez agradable, acompañada de las personas importantes para mí, con mensajes preciosos en el Whtasapp y en email, con la impronta inigualable de la emoción.
Hoy os exhorto a leer, a dejaros seducir por mundos imaginarios de otros, a conocer las vidas de personajes anónimos. La lectura es un bien preciado, una manera de descubrir nuevas y emocionantes historias, de aprender, de sentir, de viajar sin salir de casa.
Cada uno de nosotros tenemos un tipo de libro que nos atrae, es imposible no encontrar un género con el que nos sintamos identificados. Lo importante es encontrarlo y no cejar nunca en el empeño de leer.
Hoy es un día importante para la lectura, hay paradas de libros en sitios emblemáticos de las ciudades, ofertas, autores firmando… Hay que salir a la calle, buscar un libro que nos atraiga, comprarlo y disfrutarlo. Pasar las horas leyendo una trama interesante nos aporta tanto…

¡Feliz día! J

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Más reencuentros

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! La semana me acerca inevitablemente al sábado… No tengo demasiadas ganas de que mi marido se vaya rumbo a China ni de quedarme sin él dos semanas, pero es lo que hay…
Este viernes tengo la segunda cena de reencuentros y me hace muchísima ilusión conocer las vidas de mis antiguos compañeros de escuela. Algunos de ellos vinieron a mi boda y fueron parte de mi elenco de amigos durante un tiempo. Casarme pronto y tener el primer hijo a los veinticinco años me apartó definitivamente de su camino.
A medida que los días transcurren y me llevan directamente hacia el viernes, siento emociones contradictorias. La Pat que ellos conocían no existe, se ha desvanecido en un sinfín de nuevas y emocionantes experiencias. He cambiado tanto…
Cuando echo la vista atrás y me recuerdo en ese instante convulso de la adolescencia, descubro matices intrínsecos a otra persona, una que necesitaba madurar, cambiar, reconducir sus sentimientos y su manera de ver el mundo.
Idealista, orgullosa, acompañada de mundos paralelos que muchas veces interferían en mi día a día… Esa era yo, un prototipo de la futura escritora, una chica con una imaginación desbordante, con tantas ideas en la cabeza que le constaba encontrar una vía para deshacerse de ellas.
Entonces me gustaba pasar las horas rodeada de gente y compartir mis historias de viva voz. Ahora adoro la soledad frente al teclado, las horas serenas acompañada de personajes imaginarios que consiguen traspasar la frontera de la irrealidad para plasmarse en un papel. Son mis momentos creativos, mi evasión, mi remanso de paz.
Mi conexión con los protagonistas suele ser intensa, igual que cuando leo. Los siento cerca, como si existieran y pudieran comunicarse conmigo a través de la palabra escrita. A veces incluso anhelo conocerles de verdad, como si fueran de carne y hueso.
Tengo muy clara la frontera entre la realidad y la ficción, pero me encanta soñar con los ojos abiertos, alcanzar quimeras con la imaginación, navegar entre historias imaginarias para sentirme durante un rato como la heroína de un cuento de hadas.
El viernes iré a la cena con una de mis sonrisas, ávida de escuchar historias, momentos, devenires… Será una experiencia maravillosa, no me cabe duda. Cuando nos separamos éramos jóvenes, ahora nos hemos convertido en adultos responsables…

¡Feliz día! J

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Ilusión, tesón, confianza y muchísima energía.

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Parece que la primavera ya ha irrumpido en Barcelona, ayer el sol lució con fuerza, iluminando el día con su magnificencia. ¡Por fin me desbloqueé y avancé en mi novela! La lectura suele ejercer ese efecto en mi interior, consigue despertar a la inspiración de su letargo y darme ideas para continuar escribiendo.
RANP, número de palabras
Estoy en una parte de la novela que necesita muchísima concentración para concederle la tensión necesaria, y prefiero no avanzar sin tener la sensibilidad necesaria para imprimirle fuerza a las palabras.
¡Tengo tantos proyectos cuando termine!
El compañero de mi hermana me diseñará una súper portada para la primera novela de la Serie Estrada, llamado Los Mundos de Esme. Hace ya tanto tiempo que escribí este libro… Me emociona muchísimo compartir con los lectores la historia.
Ayer me pasé una hora y media en compañía de unas amigas, charlando animadamente de mil cosas. Me felicitaron por la publicación de El Secreto de las Cuartetas con la editorial Javisa23. Por cierto, en la página web de la editorial ya podéis comprarlo en papel (enlace).
Tras hablar un rato acerca de las novelas me dijeron: «bueno, todos los que escribís lo hacéis para que os lean, ¿no?». Pues sí y no. Eso era lo que creía antes, cuando pensaba que bastaba con escribir un libro, enviarlo a Planeta y tenerlo en las librerías.
Eso fue al principio… Vivía anclada al móvil, esperando eternamente la llegada de una magnífica noticia. Yo lo comparo a la inocencia de la infancia, cuando crees que cualquier cosa es posible. Por suerte la madurez te trae una realidad distinta, te ayuda a acatar la situación, a ver más allá de tus deseos.
Ahora, a la luz de la mayoría de edad en el mundo de la escritura, sé que lo importante es disfrutar de las aventuras de mis personajes, compartir con mis beta la creación, las ideas, los cabos sueltos. Y luego, si hay suerte, puedo contar con algún lector extra, vendiéndolo en Amazon.
Ilusión, tesón, confianza y muchísima energía. Esos son los pilares de mi ahora, las sonrisas diarias, las emociones al novelar. Quizás algún día alcance otra meta pequeña, como la de publicar otro libro en papel con una editorial de verdad. También es posible que me quede siempre en la selva amazónica o puede que los libros permanezcan en el disco duro eternamente…
¿Qué más da?
La suerte es contar con gente fabulosa a mi alrededor, tener una gran familia, emocionarme con las tramas, soñar en imposibles para darles vida en el papel. Lo demás es un complemento…

¡Feliz día! J

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El placer de la lectura

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El fin de semana se ha llenado de paz y tranquilidad, con largas horas de lectura, paseos bajo el sol y momentos compartidos con amigos maravillosos.
Teníamos previsto subir a la montaña, pero el viernes me encontré muy mal y decidimos quedarnos. Una indisposición de barriga, malestar, sudores fríos, dolor… Me metí en la cama a las ocho en punto y pasé mala noche.
El sábado hacía un día espléndido. Me propuse pasarme unas horas metida en la cama, acompañada de mi inseparable Mac, arreglando un desaguisado en la novela actual. Últimamente me cuesta encontrar el tono y la conexión con esa trama, es como si la fuerza narrativa del principio se escurriera a otro lugar.
Tras varias semanas de intentos infructuosos, conseguí llevar a Aurora y a Bruno al lugar donde debía, imprimiéndole la intensidad necesaria al texto. Sin embargo, cuando me situé más adelante, en el próximo capítulo, la sensibilidad que me acerca a la trama se desvaneció.
Si no consigo esa conexión no soy capaz de avanzar, me mueven los sentimientos, como si los personajes pudieran penetrar en mi alma para susurrarme su estado de ánimo, sus instantes, sus andanzas.
No acababa de encontrarme bien, mi marido quería pasear un rato y yo consideré que quizás un poco de ejercicio me vendría bien. Bajamos a la playa, a la zona olímpica, al lado de las torres gemelas, la Torre Agbar y el Hotel Ars. Caminamos un rato, no mucho, nos sentamos en una terraza al sol, a tomar un té.
Por la tarde fuimos al cine, a ver una película que no acabó de gustarme y después regresamos a casa, a descansar. Intenté escribir, darle vida a las pocas ideas con las que contaba, sin embargo acabé viendo la continuación de una película que en su momento dejé a medias y me apetecía terminar.
Al terminar me quedé totalmente desconcertada, no tenía pies ni cabeza ese final. Indagué en la Web y descubrí que esa película era la primera adaptación de una serie juvenil de tres libros. Busqué la continuación, pero solo existía en alemán… ¡Y sin subtítulos!
Mi sed de conocer el final verdadero se extendió a la necesidad de darle continuidad a la historia. No podía escribir, así que busqué los libros en Amazon, los descargué en el Kindle y empecé a leer.
El domingo por la mañana cogí mi ordenador dispuesta a avanzar en RANP, pero seguía seca de palabras. Me estiré en el sofá, me tapé con una manta y me propuse continuar con la lectura. Mi marido, cansado de pedirme salir a dar una vuelta, se llevó a mi hija.
Terminé el primer libro a media mañana y empecé a devorar el siguiente. Irme a comer a casa de mis padres fue como si me quitaran una muela. Al regresar tuvimos visita de una gran amiga y su marido y cuando se fueron me propuse no dejar de leer hasta conocer el final. ¡Por suerte no eran demasiado largos!
A las doce y diez terminé mi lectura y me fui a dormir… ¡Un gran fin de semana!
¡Feliz día! J


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