Un cumpleaños

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Los cambios suelen producirme urticaria, me cuesta adaptarme a ellos y durante el tiempo de transición me afectan al sueño. Sé que la vida me depara muchísimas novedades interesantes, que cualquier pequeño detalle consigue una sonrisa en mis labios, pero ahora necesito digerir las realidades y encuadrarlas en mi rutina.
Ayer fue un día mágico para mi niña. Debería llamarla de otra manera, ya no es una niña como antes, se ha convertido en una noven alegre, despierta, con amigas entrañables que le prepararon un magnífico vídeo para su cumpleaños y un sinfín de aficiones propias de la adolescencia.
Cuando los niños crecen y abren su mundo a los amigos cuesta adaptarse a la nueva situación. Ya no quieren pasar el día de su cumpleaños contigo ni compartir esos momentos de antaño. Desde luego mi hija fue más feliz con el pastel de sus amigas a primera hora de la mañana que con nuestras felicitaciones.
Abogo por darles un conato de libertad que les ayude en el largo proceso madurativo, aunque cueste dejarles abandonar el ala donde les tenías protegidos. A veces pecamos de acompañarles demasiado, porque es muy difícil encontrar el equilibrio justo.
Irene ayer pasó el día con sus amigas. Vinieron a despertarla con un pastel y catorce velas, disfrutaron de la terraza de casa haciendo fotos artísticas, charlaron alegremente en su habitación y se fueron a comer junto a un grupo de gente a un Frankfurt.
La tarde se escurrió entre paseos, risas, conversaciones a la vera de la alegría… Y luego vuelta a casa con sus inseparables amigas, para visionar de nuevo el vídeo de once minutos donde le recogieron felicitaciones y fotos divertidas de gente de su entorno.
En algunos momentos me invade la nostalgia, recuerdo los días pasados, cuando Àlex e Irene eran unos niños y todavía caminaban conmigo de la mano… Sus cumpleaños entrañables, rodeados de familia, algunas fiestas, pasteles caseros… Ahora les miro y, a pesar de la tontería propia de la adolescencia, me admiran los cambios producidos en ellos, la manera en la que se han convertido en dos jóvenes con inquietudes.
Como cuesta el primer día que salen de noche… Y cuando te dicen que quieren sacarse el carnet de moto… Y verles sentir algo por una chica o un chico… Cada peldaño de su ascensión a la madurez es un periplo en el que estás presente.
Ojalá la vida me regale muchos instantes compartidos con ellos, es maravilloso estar ahí para verles caminar hacia lo que en un futuro se convertirán, ayudarles en algunas decisiones importantes y participar en su día a día.

¡Feliz día! J

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