¡Qué recuerdos!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hace un día precioso, aunque parece que será fresco, como ayer. El viento silba en la terraza y se enreda en las hojas moviéndolas con fuerza, el silencio de mi casa a estas horas, empañado por el tableteo de las teclas, se rompe con la fiereza del aire en el exterior.
Me arrebujo con el jersey y miro por la ventana con la sensación de que la temperatura es baja. Quizás la primavera todavía no se ha adentrado en nuestro clima y quedan resquicios del invierno, que se resiste a marcharse.
Ayer María José Moreno, una compañera de la Generación Kindle que ha conseguido un maravilloso contrato con Ediciones B para sus libros, rescataba de la memoria un blog al que hace años era adicta. En esa época no me atrevía a comentar los posts ni a participar en los foros que leía con intensidad.
Miserias Literarias era increíble, alguien del sector que se hacía llamar Prometeo desgranaba las tristezas del mundo editorial explicando la realidad sin tapujos. Para mí era un momento convulso en el que deseaba, anhelaba y necesitaba saber que mi adicción a la escritura llevaba a alguna parte. Bebía de las palabras de Prometeo y muchas veces acababa angustiada al descubrir algunos entresijos que demostraban que quizás nunca alcanzaría mis sueños.
Las verdades duelen y Prometeo decía muchas que en ese momento no quería escuchar. Luchar por alcanzar la luna destroza los nervios, sentir que si no llegas a tocar el cielo con tus manos no serás feliz es la peor de las condenas. Igualmente devoraba con fervor cada entrada, monitorizaba los comentarios y las respuestas, y no quería admitir que posiblemente la mayoría de las palabras del misterioso autor del blog eran ciertas.
Cuando miro atrás me descubro como otra persona, es alucinante que fuera capaz de creerme que si no conseguía publicar jamás conseguiría sonreír. Recuerdo que varias de las afirmaciones de Prometeo me producían una reacción de rechazo y me convencía a mí misma de que eso no me iba a pasar, de que esa realidad iba dirigida a otras personas.
La mente humana es compleja, a veces deseamos lo que no podemos tener y conseguimos que la falta de nuestros anhelos nos despierte un dolor físico. Durante un tiempo intenté descubrir quién se escondía tras las palabras de Prometeo, incluso fantaseé con escribir una novela acerca de él.
Un día dejó de escribir. No hubo explicación por su parte ni más comentarios ni más información que despertara mi imaginación y alimentara mi frustración. Pasé varios meses comprobando la falta de entradas hasta que lo olvidé. Por suerte la vida me condujo a un entendimiento clarísimo de la situación y a una manera más objetiva de vivir la realidad.
Ayer releí muchos posts con mi nuevo enfoque de la vida, incluso rescaté algunos de los míos de cuando iniciaba la andadura en este blog. ¡Qué diferentes los siento ahora! Parece mentira cómo un cambio en la manera de pensar y de ver la vida consigue descubrir las realidades…

¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. Y yo sin saber quien era este Prometeo, que parece que tanto angustiaba con sus predicciones. Me ha encantado leer como te deshiciste de los malos augurios de ese personaje y que hayas sabido ver la realidad como es. Cuesta conseguir las cosas pero la constancia siempre se premia. Tu estás por muy buen camino ;-)
    Por cierto lo de maravilloso contrato con ediciones B vamos a dejarlo en contrato leonino jajaja. UN besote

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    1. Jajajajaja, mírate el blog, es súper interesante. ¡Un beso! Y gracias por tus palabras.

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