Avanzamos...

7:07 Pat Casalà 5 Comments

¡Buenos días! Llueve, el exterior está oscuro y tengo mucho sueño, esto del cambio de hora nunca me ha gustado… Pero qué se le va a hacer, es hora de levantarse, irse a trabajar y no hacerse mala sangre.
El fin de semana ha sido un bálsamo en mi ajetreada vida. He conseguido esquiar, descansar y escribir muchísimo, encontrando el tono adecuado a la novela. Me encanta cuando al fin logro ver el camino, saber el horizonte al que me encamino lentamente, serpenteado por el mundo de la imaginación.
Parece que la primavera se resiste a irrumpir con la fiereza necesaria para arrasar el frío. En la montaña las bajas temperaturas nos han acompañado los dos días, aunque quizás no eran tan pronunciadas como en Navidad.
Sé que llevo muchos años anhelando vivir de la literatura, que la vida no deja de sorprenderme con nuevos giros y que me hice demasiadas ilusiones. Ahora que he descubierto la felicidad escribiendo únicamente por el placer de dar salida a las historias que se formulan en mi mente ansiosa de contarlas ya no siento esa necesidad imperiosa de cambiar mi destino.
Ahora empiezo a ver las cosas de manera más sosegada, con una línea más clara para encaminarme al futuro. Es tranquilizador saber que no todo empieza y termina en la escritura, que hay un mundo ahí fuera esperando a que lo explore.
Me parece que a veces es importante volar, mirar las cosas en perspectiva y conseguir fijarse una meta alcanzable y que no te haga sufrir demasiado. En eso estoy, adaptándome a muchas situaciones y dándome cada vez más cuenta de dónde estoy y hacia dónde voy.
Para empezar quiero dedicarme más a los estudios del inglés que ahora hemos iniciado en el trabajo y buscar alternativas para mejorar mi nivel de formación. Luego el tiempo dirá…
Quizás es hora de aparcar por un tiempo la dedicación intensa a la escritura y utilizar esas horas para algo más productivo. Podría cambiar mi manera de gestionar las horas libres, escribir una novela en un par de años en vez de en un par de meses…
Es gratificante poner en orden mis ideas y darles sentido en el papel, pero también lo es saber que prosperas en tu faceta profesional y que consigues una meta plausible…
¡Feliz día! J
  


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Área de confort

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! ¡Viernes!!!! ¡Qué ilusión! Tengo ganas de descansar, de no pensar en nada, de dormir hasta tarde y de sentarme cerca del fuego a escribir. El fin de semana no habrá entrada, pero el lunes regresaré con las pilas recargadas para escribir mil cosas.
Últimamente estoy saturada de ideas. Quizás mi cabeza necesite de verdad un kit-kat, o simplemente las historias estén de vacaciones. Por suerte avanzo en la escritura, aunque se a paso de tortuga.
Ayer me pasé el día cantando Boig per Tu, recordando momentos alegres de mi pasado y reflexionando acerca de muchas cosas. El tiempo lo pone todo en su sitio, te descubre curvas inexploradas, cavernas con luz interior, caminos nuevos que conducen a otra parte…
Lo que está claro es que no podemos quedarnos siempre quietos en un lugar y olvidar que con la lucha diaria se alcanzan muchos retos. El tren pasa una vez, las oportunidades vienen si las buscas y no puedes dejarlas a un lado, hay que subirse a ellas y ver dónde te llevan.
A veces valoras situaciones concretas de una manera positiva y, a pesar de ver los inconvenientes, te agarras a ellas con esa sensación de conservacionismo con la que te sientes segura. Pero sé que no es la postura correcta, que hay que buscar mejorar, dar saltos al vacío, arriesgarse.
Quizás cada reto te descubre algo mágico, o puede que te estrelles contra el suelo… Pero está clarísimo que si te mantienes en zona de confort nunca cambiarás o prosperarás. Hay que batallar para encontrar nuevos horizontes, no quedarse agazapado dentro de una situación cómoda. ¿Quién sabe qué vamos a encontrar en otra parte? Quizás sea algo mejor…
Mi cabeza es sabia, me proporciona instantes de lucidez y épocas en las que puedo descansar de historias para pensar en otros aspectos de mi ahora. Tengo claro qué quiero, a pesar de que se aleja de lo planeado. Sé que mi idea de futuro era errónea y demasiado ambiciosa.
Ver, sentir, saber que eres capaz de llevar a cabo algunos de tus retos es la mejor manera de encontrar paz y sosiego. Conformarse a veces es positivo, hay que dar el valor justo a cada situación. Sin embargo no siempre es bueno quedarse dentro de una posición porque te sientes segura, arriesgarse a intentar algo nuevo puede mejorar tu perspectiva de la vida.
Ufff, parece que estoy filosófica… ¡Necesito el fin de semana ya!!!

¡Feliz día! J

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Boig per tu

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Es increíble que ya estemos a jueves… Esa visión de las personas mayores de que el tiempo pasa más rápido a medida que avanzan los años es absolutamente cierta. Los lunes pienso: «otra vez empieza la semana…». Y cuando llega el jueves me doy cuenta de que ha sido un suspiro.
Ayer en la clase de baile, al final, Fran nos puso una canción emblemática que despertó mis sonrisas más intensas. Mientras estiraba la canté a viva voz (suerte que la música estaba a todo volumen y no me oyeron…).
Me encanta la versión que Shakira ha hecho de una canción emblemática para mí, Boig per Tu (Loco por ti). Recuerdo con nostalgia alegre cuando la cantaba en el coche o en la moto, o la tarareaba al caminar despreocupada por la calle.
Es una composición de Pep Sala, con letra escrita a tres manos, con la participación de los tres miembros del grupo Sau. Era como si le declararan su amor a la luna, pero cuando yo era jovencita pensaba que hablaban acerca de un sentimiento no compartido.
En su momento fue un hit que nos revolucionó, no era extraño ver a personas cantándola en coro con sus mecheros encendidos de noche en un parque o en la playa en verano alrededor de una hoguera. Es curioso, incluso mi hija de trece años la canta desde hace tiempo y me la pone en el coche.
Hay canciones que cuando suenan te despiertan sentimientos intensos, remueven el pasado de manera positiva y te reportan un sinfín de buenos momentos olvidados.
No entiendo por qué han criticado tanto la versión de Shakira. Ayer, mientras buscaba el tono para una escena de DUO, la puse varias veces cantada por el malogrado Carles Sabater, el solista del grupo de Sau que falleció de muerte súbita después de un concierto en 1999, y por la cantante colombiana para compararlas. Me encantaron las dos, encuentro muy tierno el gesto de Shakira de prepararla para Gerard Piqué, quien afirma que esa canción es una de sus preferidas.
Escucharla una y otra vez me dio una idea para incluirla en la escena de la novela, traduciendo aquella letra que no se ha despegado de mí en todos estos años. Claro que luego me dio por cantarla en la mesa y como desafino un montón me abuchearon…
Estoy feliz recuperando partes de mi pasado, recordando esos momentos mágicos de juventud, con los acordes a todo trapo en el coche, la ventana bajada porque no tenía aire acondicionado y mi voz destrozando la canción mientras conducía con un destino incierto… ¡Qué tiempos aquellos!

¡Feliz día! J

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Números...

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Hace un día frío, se nota en los calefactores a toda potencia de mi casa y en la escarcha de la ventana. Un escalofrío se encarga de recordarme que me acabo de levantar y que estaba muy bien dentro de la cama, arropada con el nórdico.
Este fin de semana ayudé a mi hija a repasar matemáticas, volví a descubrir la magia de las ecuaciones, la manera en la que los sistemas de ecuaciones encontraban una solución, cómo el teorema de Pitágoras servía para resolver problemas de diversa índole.
Siempre me he entendido bien con los números, para mí son una manera universal de descubrir cómo es posible pensar con lógica. Quizás por eso siempre se me dieron bien y los entendía sin dificultad.
Expresarse por medio de locuciones matemáticas es fácil, parece que ellos solos encuentren la solución a cada planteamiento y que sigan un camino trazado con anterioridad.
Es posible que mi manera de estructurar la vida tenga una base sólida en esa capacidad para entenderme con los números. Encuadrar cada minuto en un esquema es la esencia de mi orden interno.
Me gustó recuperar esas matemáticas olvidadas, aunque he de reconocer que hacer de maestra no es para nada mi ideal de trabajo, y menos cuando la alumna es mi hija adolescente… Pero fue bonito.
De pequeña pensaba que los números eran mágicos, que cada combinación daba un resultado inalterable y que era perfecto. Mis problemas con la lecto-escritura eran un impedimento para que entendiera los textos escritos, aunque seguía pensando que mi futuro como escritora era perfecto.
Es más fácil entender una ecuación que una poesía. Aunque para comprender cómo funciona mi mente supongo que necesitaría un Máster en neurociencia y un doctorado especializado. Me iría bien saber cómo desenchufarlo a horas, así gozaría de momentos de paz y sosiego sin que las historias me bombardearan…
Ufff, es tardísimo, mañana os cuento algo más…

¡Feliz día! J

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¡Qué recuerdos!

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hace un día precioso, aunque parece que será fresco, como ayer. El viento silba en la terraza y se enreda en las hojas moviéndolas con fuerza, el silencio de mi casa a estas horas, empañado por el tableteo de las teclas, se rompe con la fiereza del aire en el exterior.
Me arrebujo con el jersey y miro por la ventana con la sensación de que la temperatura es baja. Quizás la primavera todavía no se ha adentrado en nuestro clima y quedan resquicios del invierno, que se resiste a marcharse.
Ayer María José Moreno, una compañera de la Generación Kindle que ha conseguido un maravilloso contrato con Ediciones B para sus libros, rescataba de la memoria un blog al que hace años era adicta. En esa época no me atrevía a comentar los posts ni a participar en los foros que leía con intensidad.
Miserias Literarias era increíble, alguien del sector que se hacía llamar Prometeo desgranaba las tristezas del mundo editorial explicando la realidad sin tapujos. Para mí era un momento convulso en el que deseaba, anhelaba y necesitaba saber que mi adicción a la escritura llevaba a alguna parte. Bebía de las palabras de Prometeo y muchas veces acababa angustiada al descubrir algunos entresijos que demostraban que quizás nunca alcanzaría mis sueños.
Las verdades duelen y Prometeo decía muchas que en ese momento no quería escuchar. Luchar por alcanzar la luna destroza los nervios, sentir que si no llegas a tocar el cielo con tus manos no serás feliz es la peor de las condenas. Igualmente devoraba con fervor cada entrada, monitorizaba los comentarios y las respuestas, y no quería admitir que posiblemente la mayoría de las palabras del misterioso autor del blog eran ciertas.
Cuando miro atrás me descubro como otra persona, es alucinante que fuera capaz de creerme que si no conseguía publicar jamás conseguiría sonreír. Recuerdo que varias de las afirmaciones de Prometeo me producían una reacción de rechazo y me convencía a mí misma de que eso no me iba a pasar, de que esa realidad iba dirigida a otras personas.
La mente humana es compleja, a veces deseamos lo que no podemos tener y conseguimos que la falta de nuestros anhelos nos despierte un dolor físico. Durante un tiempo intenté descubrir quién se escondía tras las palabras de Prometeo, incluso fantaseé con escribir una novela acerca de él.
Un día dejó de escribir. No hubo explicación por su parte ni más comentarios ni más información que despertara mi imaginación y alimentara mi frustración. Pasé varios meses comprobando la falta de entradas hasta que lo olvidé. Por suerte la vida me condujo a un entendimiento clarísimo de la situación y a una manera más objetiva de vivir la realidad.
Ayer releí muchos posts con mi nuevo enfoque de la vida, incluso rescaté algunos de los míos de cuando iniciaba la andadura en este blog. ¡Qué diferentes los siento ahora! Parece mentira cómo un cambio en la manera de pensar y de ver la vida consigue descubrir las realidades…

¡Feliz día! J

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Sin hoja de ruta

12:21 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! Los lunes son días complicados y difíciles, cuesta levantarse para ir a trabajar y dejar atrás la pereza del fin de semana. Suerte que a medida que avanza la jornada nos adaptamos de nuevo al ritmo frenético y nos olvidamos de la tranquilidad y el sosiego.
Es curioso, las ideas se transforman con el paso de los días. A veces le doy muchas vueltas a una escena en concreto, tengo una inspiración repentina y moldeo los personajes y las palabras en mi mente, sin atender al sitio ni al momento. Luego, cuando llego a casa y encuentro un hueco para escribirlo lo modifico inconscientemente a medida que avanzo en la narración.
Esa manera de escribir es la que le da vida a mi mundo interior, la que consigue arrancarme esa sonrisa intensa en un día de lluvia, la que me produce las cosquillas en el abdomen cada vez que me siento con mi portátil en el regazo. Siento como los personajes, me emociono con ellos y consigo vivir sus peripecias sin salir de casa.
Últimamente me aconsejan que utilice algún tipo de esquemas y de fichas de personajes para escribir, pero a mí no me gusta la idea, disfruto muchísimo creando sin seguir una ruta trazada. Me gusta caminar por aguas turbulentas, que la trama me sorprenda de repente, darle giros inesperados.
Escribir para mí es un acto creativo, una manera de dar salida a los mil mundos imaginarios que tejo durante mis momentos libres: cuando conduzco, mientras espero a alguien, en el supermercado…
La manera en la que luego las historias maduran es totalmente ajena a mi voluntad, aparecen ideas sueltas e insólitas que hacen más atractiva la trama y más interesante mi trabajo de creación.
Si me marco una hoja de ruta luego tendría que modificarla continuamente, igual que me pasa con si explico la trama al inicio o intento seguir un guion prestablecido. Aunque quizás sí que iría bien tener más claros los nombres de los personajes y sus descripciones físicas…
¡Feliz día! J


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Localizaciones

9:09 Pat Casalà 3 Comments

¡Buenos días! Cuando el tiempo se estabiliza y desde la ventana veo un cielo nítido tengo la sensación de que es el preludio de un día genial, como si el sol pudiera suplir cualquier carencia y llenarla con de luz.
Me doy cuenta de que documentarme para una ambiciosa historia no es sencillo, mi falta de costumbre de leer libros meramente históricos me impide avanzar rápidamente. Por suerte ahora estoy en la parte de la trama que no necesita demasiada base real, así que camino por los mundos de André e Iris con emoción.
Una de las tareas importantes que me he propuesto es darle intensidad a las palabras. Cuando quieres transmitir emociones hay que encontrar el tono adecuado para que subyazcan en los párrafos y consigan llegar al lector en forma de sensaciones.
Escribo despacio, sin prisas, buscando la mejor idea para dotar de colorido cada instante y encontrar la verdadera personalidad de cada protagonista. Me propuse dejar los crímenes apartados por un tiempo, ahondar en algo que me apetecía muchísimo, cambiar de localización y escribir acerca de un tema que me interesa.
He escogido tres emplazamientos significativos, tres lugares que en algunos momentos se interrelacionan y que me encanta visitar con la mente mientras los busco en Internet y los analizo.
Me cuesta caminar por un escenario que desconozco, me falta muchas veces la seguridad de que no voy a ciegas, pero las nuevas tecnologías son maravillosas a la hora de mostrarte cómo es una ciudad. Basta poner el nombre en el buscador y encontrarte con miles de fotografías que ilustran lo que necesitas.
Quizás es cierto que escribir siempre sobre Barcelona no es interesante, pero cuando creo una trama necesito sentir que conozco los parámetros donde se mueven mis personajes sin necesidad de imaginar. Mi ciudad está llena de lugares interesantes que guardan un pedacito de mi historia y a veces me es más fácil encontrarlos que dibujar unos nuevos.
Aunque, pensándolo bien, no siempre utilizo Barcelona. En La Luna de Ónixon sale muy poco. En El Secreto de las Cuartetas y El Secreto de los Cristales aparece un pueblo de la Costa Brava y una aventura por muchos lugares. Indicios se inicia en Londres y tiene varias localizaciones alrededor del mundo. La Baraja y Oros también abarcan otros pueblos a parte de Barcelona. En cambio la Serie Estrada y Géminis se ambientan únicamente en la Ciudad Condal. EDP se traslada a Estados Unidos… Así que no acaba de ser cierto que solo escribo sobre Barcelona!
Seguro que con el tiempo encontraré nuevos lugares para llevar a mis personajes y que disfrutaré mucho del camino. Ahora me voy a bailar…

¡Feliz día! J

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Sábado...

9:09 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El sábado se despierta nublado, con pocos indicios de que saldrá el sol y una intensa sensación de ilusión. Mientras la casa duerme y el silencio matutino se encarga de recordarme la quietud de estas horas busco un tema interesante del que hablar.
El miércoles, en clase de baile, Fran nos puso una canción largamente olvidada que me trajo recuerdos de otros tiempos, cuando la vida era de otro color y sentía que las cosas sucedían de una manera alineada con mi destino. Temblando, de Hombres G, era una de mis tonadas preferidas y solía cantarla cuando me desplazaba por la carretera que unía mi pueblo de veraneo con el de al lado en moto, sin casco y sin luz.
 Si mi hijo hiciera ahora algo parecido creo que le castigaría sin salir de casa el resto de su vida, pero en ese instante de rebeldía, en plena adolescencia, yo no veía el peligro. Me montaba en mi Derbi Variant, con el jersey de algodón tricotado con gracia, y conducía cantando la canción a viva voz para espantar el frío.
Es curioso cómo cambia la percepción de la realidad cuando creces. Lo que en un instante te parecía excitante y perfecto años después se te aparece como un peligro que atenta contra la seguridad de tus hijos.
Realmente la adolescencia es una época convulsa en la que se desarrolla la personalidad y se entremezcla con los cabios hormonales y físicos de los chicos. No temen, no ven el peligro, sienten que la única verdad es la suya y tienden a no escuchar a sus padres.
En el fondo es una edad bonita, porque en ella se reafirma la personalidad y los chicos aprenden a descubrir la realidad que les rodea, aunque sea a base de golpes. A la larga esos desafíos, esa negación y esa manera de comportarse consiguen definir a un joven seguro de sí mismo.
Aunque he de admitir que estar al otro lado es difícil. Tengo dos adolescentes hormonados en casa y puedo afirmar con absoluta convicción que es complicadísimo lidiar con ellos.
¡Ojalá existiera un manual del buen padre! Seguro que aprenderíamos mucho con él, pero la realidad es que has de batallar con lo poco que sabes, crecer con ellos, encontrar la manera de que te escuchen y de que sepan lo importante que es entender la realidad.
Hoy tengo previsto pasear, descansar, avanzar en la novela que estoy escribiendo muy despacio, leer un poco de bibliografía y desconectar del mundo del trabajo… ¡Todo un lujo!
¡Feliz día! J


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Pintora de emociones

7:07 Pat Casalà 0 Comments

¡Buenos días! El cielo se despierta nublado, con una textura gris que presagia algo de lluvia y una expresión triste. No me gustan los días apagados, pero hoy es viernes y me encanta saber que me queda un fin de semana para relajarme y descansar.
Colorear las emociones, darles brochazos intensos para extraer la esencia de cada instante y encontrar la manera de que el bosquejo de tu presente aparezca alegre es una tarea importante. Hay que buscar esos matices claros y nítidos que nos ayudan a entrar en un estado de ilusión.
Para mí la alegría se nutre de una paleta carmín, con diversos tonos más o menos intensos según el grado de gozo. Una sonrisa es un rojo con luz, una carcajada casi se acerca a un púrpura y cuando la expresión de tu cara es de felicidad nos acercamos al rojo aurora.
La tristeza, la melancolía y los momentos de bajón encuentran su color en los grises. Uno claro pinta el estado más esperanzador, mientras que el oscuro nos acerca lentamente a la ira. Apagar la paleta significa empequeñecerse, como si nos encogiéramos.
Comenzar a llorar, derramar la angustia por los ojos, sentarse en el sofá a oscuras y sentirse desgraciado ennegrece el lienzo. La oscuridad es sinónimo de desesperación, como si cerráramos la luz en un cuarto sin ventanas y no encontráramos la salida.
El amor se viste de rosa, violeta, malva… Los colores pastel son los que siempre asocio a ese sentimiento que remueve la parte blanda de nuestros corazones. Las cosquillas intensas en el abdomen cuando vamos al encuentro de la persona amada son como un campo lleno de cerezos en flor. La espera frente al teléfono para saber si habrá una segunda cita es un violeta fuerte, se nutre de la serenidad del rojo y de la esperanza del azul del cielo iluminado por el guiño ilusionado del sol en su cénit.
Porque la esperanza para mí es un añil con brillo, tintado a veces con lapislázuli o con el color del cielo llenándose con la esencia de astro rey en pleno apogeo. Sentarse a la vera del mar a descubrir el manto azul que se une con el cielo en el horizonte despierta la capacidad de sentir que todo es posible.
En cambio la incertidumbre es multicolor, como si no consiguiera definir en ningún momento su verdadero tono y nos vapuleara de un lado a otro de la paleta para dar brochazos inconexos en el papel de la vida.
Sorprenderte es como encontrar un prado verdoso en medio de un paisaje montañoso, donde la nitidez de la hierba consigue arrancarte una sonrisa con unas cuantas amapolas en flor.
Seguro que si os ponéis a pensar en vuestras emociones sabréis pintarlas… A mí no me queda espacio en el blog ni tiempo… Otro día os coloreo más….

¡Feliz día! J  

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Un escritor, ¿nace o se hace?

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Hoy empieza la primavera… ¡Qué la sangre altera! Jajajajaja. No parece que el sol esté muy por la labor de iluminarnos, han anunciado mal tiempo y una nueva caída de las temperaturas…
Cuando la calle se llena de flores, colorido en la ropa y personas alegres que caminan sin el abrigo me encanta. Es una sensación distinta al invierno, donde normalmente todo se viste de gris, el día es apagado y apático y el frío enciende el rubor en las mejillas.
Realmente la temperatura primaveral es perfecta para caminar bajo la luz diurna que se alarga cada vez más, para contemplar a la gente pasar sentada en un banco de la calle…
A veces pienso que observar a los demás es una de las mejores maneras de acentuar la imaginación. De pequeña me encantaba inventar historias acerca de los transeúntes o de las parejas que se sentaban en una mesa de un bar o del señor que entraba en el autobús con una mueca airada…
Desde la ventana de mi habitación se escuchaban los ruidos del tráfico por la noche. Como mi problema con el sueño viene desde los seis meses de edad y de pequeña me costaba un mundo dormirme al meterme en la cama me ensimismaba escuchando, recreando un camión que conducía a esas horas para entregar a tiempo su cargamento, un matrimonio que corría al hospital para tener a su primer hijo, una pareja de recién casados que llegaba a casa después de su luna de miel, unos jóvenes juerguistas que circulaban con la música a tope…
Era mi ocupación favorita: inventarle una historia a los demás, fantasear con mil posibilidades y pintar de colores diferentes cada pedacito de mi vida. Muchas veces vivía tanto mis historias que acababa creyéndomelas… Confundía muchas veces la línea entre la realidad y la ficción.
Un escritor, ¿nace o se hace? Yo creo que hay un poco de cada cosa. La creatividad es innata, aunque también se puede estimular… Imaginar, inventar e idear tramas es algo que suele convivir con los escritores, hay técnicas para estructurar una novela y con ellas cualquiera puede conseguir su propósito de escribirla, pero yo creo que la capacidad de narrar una historia es algo que nos acompaña desde la cuna.
Una vez descubres tu intención escribir viene la parte de estudiar técnica, de “cocer” al escritor que llevas dentro con la práctica y el pulido de tus escritos. Sin ese saber nunca conseguirás redactar con la fluidez necesaria para expresar lo que sientes. El camino para convertirse en un verdadero escritor pasa por “hacerse un poco”.

¡Feliz día! J

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¿Qué es la vida sin un reto?

7:07 Pat Casalà 2 Comments

¡Buenos días! Estamos a mitad de la semana lectiva… El miércoles es un día que me gusta y pienso disfrutar a pesar del anuncio de bajada de temperaturas. ¡Con lo bien que se vivía el ambiente primaveral!
He dejado de lado muchas de las actividades emprendidas en los últimos meses para sumergirme de lleno en mi ambiciosa tarea de documentarme para DUO. No tengo claro si conseguiré absorber la información suficiente para darle forma… ¡Hay tanta!
Pedí ayuda a un amigo que estudió algo parecido y ayer empecé a leer un libro sobre el tema que me ocupa. Por suerte mi deseo de no escribir rápido y de tener muy claros los antecedentes antes de avanzar se cumple. También es cierto que las circunstancias de mi casa me bloquean un poco.
Deseo superar este reto con una nota aceptable, cambiar de género no es sencillo y menos cuando quieres dotar a la trama de una base real. Dar verosimilitud al texto, enredarlo con algo histórico y conseguir intensidad no es sencillo, por eso quiero cocinar esta novela a fuego lento, llenarme de la esencia del pasado, crear de una manera pausada.
Hacía mucho tiempo que no me documentaba para una novela. Últimamente hacía historias sencillas, con una trama atrayente, pocos personajes y una historia que era facilona para mí. Regresar a ese momento en el que me pasaba horas empapándome de datos históricos me recuerda otra etapa de mi vida.
Esta vez, sin embargo, quiero ir más allá, darle una profundidad distinta y ahondar en algunos aspectos que antes me eran indiferentes. Sentir, vibrar, amar, llorar… Quizás mi intención sea demasiado ambiciosa y me quede por el camino, pero no voy a cejar en el empeño de intentarlo.
¿Qué es la vida sin un reto? Proponerse alcanzar pequeñas victorias es una manera de sentir la fuerza de la energía que te ayuda a avanzar en una dirección concreta. Puede que en unos días o unos meses admita que no logro avanzar hacia donde me proponía, aunque también puede ser que sea capaz de alcanzar el grado de conocimiento suficiente para darle una vuelta de tuerca a mi idea inicial… ¡Nunca se sabe!
¿Qué retos os fijáis vosotros? ¿Cuánta energía estáis dispuestos a invertir en ellos? Seguro que tenéis varios…
Un inciso, me encantaría que le echarais un vistazo a Citymaniak, una web donde mi querido Fran tiene un blog. ¡Es genial!
 ¡Feliz 

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A fuego lento

7:07 Pat Casalà 4 Comments

¡Buenos días! Qué silenciosa está la casa a estas horas, parece como si el tiempo se detuviera un instante mientras escribo cuatro palabras en el ordenador… Parece que hoy será otro de esos días primaverales que huelen a serenidad.
Me encanta quedarme frente a la ventana y observar el cielo que lentamente se tiñe de azul. Es bonito el azote de la suave brisa contra las plantas que alfombran mi terraza. Respiro con tranquilidad a estas horas, sin la vertiginosidad del paso del tiempo ni de las tareas pendientes que debo abordar durante la jornada.
Hoy me he levantado guerrera… Quiero hacer mil cosas, buscar información para llenar mi cabeza de datos, novelar la historia que crece cada día en mi interior. Uffff, es increíble la capacidad que tiene mi cerebro para inventar, a veces me colapsa.
Iris es una mujer diferente a como pensaba en un principio, es más luchadora, más intrépida y con mayor grado de autosuficiencia de la que la quería dotar. André se ha revelado como un romántico empedernido que desea desentrañar un misterio del pasado.
Se conocen de una manera interesante. Siempre cambio la idea inicial sobre la marcha, pero aprovecho una parte… Quería algo distinto, algo sorprendente, pero estoy más centrada en el pasado que en el presente. Sé que habrá química entre los dos personajes principales, aunque todavía no tengo claro cómo surgirá.
El principio de una novela es cuando más energía necesitas para arrancar con intensidad…
Mi mente parece decidida a darle un giro a mis escritos, a intentar abordar una tarea ambiciona y distinta. Por fin he conseguido escribir despacio, dándole vueltas a cada párrafo, conduciendo la trama hacia el punto exacto al que debe llegar.
Hacía tiempo que no me pasaba algo parecido… Siempre avanzo a medida que la historia se forma en el papel, sin buscar más allá del ahora. Esta vez es como si volviera al punto de partida de El Secreto de las Cuartetas y supiera con absoluta claridad dónde quiero llegar.
Sé que DUO no es una novela que se puede escribir en pocos meses, hay que documentarse, caminar de la mano de la realidad, sentir el peso de las letras y darle varias vueltas de tuerca antes de lanzarse a escribirlas. ¡Ojalá logre mis propósitos con este manuscrito!
De momento voy a continuar con mi rutina. Ahora mismo colgaré el borrador en el blog para darle un último vistazo en la oficina, me ducharé y me subiré a mi moto hecha polvo para irme a trabajar…

¡Feliz día! J

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¡Sabe a primavera!

7:07 Pat Casalà 3 Comments

¡Buenos días! Parece que la primavera ha llegado, hace un sol increíble, las calles se visten de verde y los transeúntes empiezan a llevar colorido. Me encanta el olor de los días despejados, la esencia que se respira, el sosiego y la calma que se siente al pasear.
El fin de semana me ha dejado un buen sabor de boca, aunque parece mentira que los días pasen demasiado deprisa, sin dejarme tiempo para saborearlos. Me da la sensación de que a medida que crecemos la vida pasa con mayor rapidez.
Al fin he encontrado la historia que quiero contar. Es extraño que sea capaz de iniciar algunas y que de repente la conexión que tenía con ella desaparezca dejándome yerma de palabras. Ahora tengo la cabeza inmersa en esta nueva trama, dándole vueltas constantemente, emocionándome con las situaciones que deseo contar.
DUO empezó como algo trivial, sin que en un principio tuviera demasiado peso ni una idea más allá de una historia de amor. Al final se ha convertido en intensidad, documentación, saltos al pasado y una idea ambiciosa que quizás consiga llevar a buen puerto.
Terminé el libro de Dan Brown, Inferno. No sé apreciar si he evolucionado como lectora o simplemente este volumen no me ha convencido. Bajo mi punto de vista la novela peca de exceso de información, no hace falta darnos una lección magistral de historia mientras los protagonistas escapan. A mí esa cantidad de descripciones me impedía sentir la trama trepidante de otras veces y al final, cuando se descubre lo importante, no consiguió sorprenderme.
La lectura me pareció poco interesante… Era como sumergirse en una guía turística de Florencia y Venecia más que en una narración con un thriller de fondo. Quizás si ahora releyera El Código Da Vinci me pasaría lo mismo… Está claro que ya no escribo como antes y que posiblemente mi manera de leer también sea otra.
Al retomar alguna novela antigua me doy cuenta del salto que he hecho estos últimos años. Las ideas siguen acompañándome en cualquier momento, la manera de enfrentarme a la escritura, sin embargo, es otra. He mudado mi estructura mental,  es como si a medida que avanzo en este mundo consiguiera una visión distinta de las historias.
Madurar no solo se refiere a alcanzar la edad adulta, en cada etapa de nuestra vida podemos redescubrir nuestras capacidades y asentar los conocimientos con el paso de los años. Ahora que escribo para saciar mi sed de contar historias y me alma se ha apaciguado tengo una visión más serena de la realidad. Es curioso cómo mis historias también han conseguido llegar a la madurez.

¡Feliz día! J

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