Escribir, escribir, escribir...

7:07 Pat Casalà 2 Comments


       ¡Buenos días! 63.365 palabras, 50 capítulos y medio, 119 folios y una historia interesante… Estoy en un momento cumbre, donde las tramas empiezan a cerrarse y los personajes descubren la verdad. Vivo tanto la historia que lloro como una tonta en muchos momentos.
     ¡Qué maravilloso es meterme en la piel de otros! Me encanta emocionarme, sentirlos crecer, acompañarlos en sus desvelos y en sus aventuras… ¡Me encanta escribir! ¡Ojalá pudiera pasarme el día en mis mundos paralelos!
     Quiero soñar, quiero vivir más allá de la realidad, aparcar las obligaciones a ratos, desconectar de mi día a día y perderme en un lugar lejano, viajar con la mente y el papel más allá del puente que une mis dos mundos, caminar zigzagueando hacia un futuro incierto.
No voy a abandonar la escritura jamás, ¡me reporta tanto! No sé si mi terapia Zen va a durar mucho tiempo ni si esta emoción me acompañará cuando termine la historia y me enfrente a la corrección ni si mi deseo de dedicarme únicamente a la escritura reaparecerá con tanta fuerza que vapuleará mi optimismo, lo único de lo que estoy absolutamente segura es de que quiero escribir para siempre jamás.
      ¿Qué haré cuando termine esta novela? ¡Pues escribir otra! ¡Y otra! ¡Y otra más! Eso es lo que me gusta, lo que me ayuda a sonreír cada día, lo que distrae a mi mente hiperactiva en los momentos de agobio. Imaginar, crear, sentir, vivir y soñar, ¡imaginación al poder!
No más ansiedades, no más anhelos, no más promoción, no más desilusiones… A partir de ahora será escribir y vivir la historia…
    ¡LME tiene tanto de mí! Es la primera vez que le he cedido una parte importante de mi forma de ser a la protagonista de manera consciente. Durante años me he sentido inclinada a no contar nada de mi vida personal en los libros, solo dejaba retazos aquí y allá, aunque quien me lee y me conoce dice que Marta Noguera, Ángela Harris, Pam Casas, Laura Lluna y Sandra Pons actúan como yo en muchos momentos.
      En esta ocasión hay detalles de mi realidad que se entremezclan con la ficción, hay sentimientos reales en algunos momentos y anécdotas que nos han sucedido en la familia y que ahora aportan consistencia a la narración. No sabéis la pena que me dará poner el punto y final…
     ¡Me voy a trabajar! No sé si lograré sacarme a P. de la cabeza… Ayer cuando llegué a la oficina le dije a mi compañera Mercè: «¡Hola Raquel!». Jajajajajaja
      ¡Feliz día! J

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2 comentarios:

  1. ¡Me encanta verte/sentirte tan optimista y disfrutando tanto! ¡Qué nadie te lo quite!
    Un muy feliz día.... viajero, ya sabes (desde el AVE Málaga-Zaragoza) :-)

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