Esperar, esperar y esperar....

10:01 Pat Casalà 4 Comments


            ¡Buenos y congelados días!!! Brrrrrrr… ¡El frío se resiste a desaparecer! Haced acopio de bufandas, guantes, gorros (a poder ser de Donatzelli, jajajajaja), parkas, abrigos, botas calentitas y forros polares antes de salir a la calle para combatir estas temperaturas que parecen venir del Polo Norte….
            Ayer me dio por ponerme a pensar en la ingenuidad, en la confianza, en los ideales y en la lealtad.  De eso tengo yo demasiado… ¡Y quizás debería aprender a no creer tanto en los demás! Pero qué se le va a hacer, yo soy así, siempre pienso en las buenas intenciones y me cuesta un montón buscar las malas.   
            Recuerdo con nostalgia aquellos primeros posaos hacia la meta tan deseada, aquellos primeros meses de ilusiones, esperas y felicidad. ¡Fue algo mágico! Realmente creía que yo tenía la fórmula idónea para llegar y besar el santo, que mi trabajo, mis desvelos y mis ansias de conseguirlo eran el equipaje necesario para alcanzar los sueños que moraban en mi interior.
            ¡He escuchado tantas historias estos últimos meses! El abrir este blog y relacionarme con varios escritores inéditos que viven día a día con la misma ilusión de ver sus libros editados me ha enseñado muchísimas cosas. Algunas las he adoptado como parte de un credo, las otras las he deshojado para ver la realidad y muchas las he escuchado, valorado y encajado.
            Desde luego mi camino en la agencia difiere muchísimo del de la mayoría. A mí tardaron un año entero en responderme el primer mail y tres en hacerme firmar un contrato, mientras que en general, las personas que han conseguido llenar las filas de una agencia literaria como sus nuevas promesas recibieron miles de mails antes de formalizar la relación y fue muchísimo más ágil y rápida. Y eso me da mucho que pensar, la verdad…
            En mi caso si no llega a ser por la constancia, la perseverancia y el duro trabajo autoimpuesto jamás hubiera rubricado mi autógrafo bajo un contrato ni estaría esperando a que esta vez las cosas funcionaran. Yo no cejé nunca en el empeño de mejorar, de estudiar, de pulir, de volver a escribir y de enviar un mail mensual para ver cómo andaban las cosas.
            Y, aunque veo la parte positiva, después de tantos y tantos años supongo que el deseo de coronar la cumbre es intenso por ambas partes, me pesa un poco la espera, la ansiedad y los restos de inseguridad que han generado tantos años de perseguir un sueño.
            Pensad que durante muchísimo tiempo lo único que sentía al despertarme era la ansiedad de la espera, de una espera que nunca obtenía una visión clara del futuro. Esperaba una propuesta en firme que nunca llegaba, una firma que se posponía, un reconocimiento que brillaba por su ausencia. Y luego esperé la constatación de que mi trabajo se encaminaba hacia las editoriales y que deambulaba por los departamentos de lectura para conseguir un contrato…. Hasta que entendí que no, que eso de momento no iba a ocurrir y que debía seguir esperando.
            Ha habido muchos momentos en los que las presiones de mi entorno han hecho tambalear mi absurda y firme decisión de ser leal a mi promesa y creer ciegamente en la agencia. Incluso mi propia mente me ha traicionado en ocasiones… Pero contra viento y marea he seguido ahí, al pie del cañón, esperando, anhelando, soñando.
            Ahora sólo el tiempo puede hablar a favor o en contra de una decisión que tomé hace tiempo, aunque haya dudado en instantes puntuales. Y, sobre todo, necesito aprender a esperar de otra manera, a no sentir constantemente que ya toca que algo suceda, a despertarme por la mañana con esa sensación de que tras casi seis años de espera estoy tocando con los dedos mi sueño, pero no lo puedo agarrar con la mano. Y en eso estoy, ¡y cómo me llamo Pat que acabaré consiguiéndolo!
            ¡Os deseo un gran día!

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4 comentarios:

  1. Seguro que lo consigues en la perseverancia y la constancia esta el triunfo.

    Animo Pat!!!

    Javier

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  2. ¡E$so espero!!! Jajajaja. ¡Muchísimas gracias Javier! ¡Eres un sol! ¡Pasa un gran día!

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  3. Ya sabes que cuando hablamos es como mirarse en un espejo. He llegado a una conclusión, las influencias externas son negativas: familia, amigos, conocidos... todos opinan, montan castillos en el aire con nuestros sueños y los derriban a la primera de cambio haciéndonos dudar. Por eso he decidido no hablar con nadie sobre agencia, esperas y publicaciones, y voy a apostar, de momento, por nuestra agente "Dios, es la mejor" No todos lo tenemos fácil, ni nuestro camino es un camino de rosas,rápido y sencillo a la meta. Pero hay que ser positivo y visualizar la meta, éste es nuestro año, Pat. Ese es el pensamiento y no debemos olvidarlo para el próximo bajón, que conociéndonos... :D

    Un beso, princesa!!!

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  4. María!!! Espero que realmente 2012 sea nuestro año... ¡Te imaginas! Las dos a la vez en las librerías!! Jajaja ja... Esperemos no tener más bajones..... ¡Un beso!!

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