¡Qué difícil es educar!

8:28 Pat Casalà 6 Comments


            ¡Buenos días! Parece que la lluvia ha decidido darnos una tregua y conceder al sol su reinado durante el día de hoy. ¡Es un día fantástico para pasear y disfrutar de la calma y la tranquilidad de los domingos! Y también es idóneo para comprar unas castañas y degustarlas sentados en un banco, viendo pasar a la gente, observando qué nos rodea, absorbiendo cada instante.
            ¡Qué difícil es a veces ser madre de un adolescente! Me parece que fue ayer cuando mi hijo mayor estaba en la cunita y era un bebé pequeñito que necesitaba de mis cuidados. ¡Han pasado tan rápido los años! Ahora es un chico de casi 1,75, con un cuerpo atlético, ancho de espaldas y una buena musculatura. ¡Y cuando riño lo hago mirando hacia arriba!
            Pero a pesar de la altura y de los cambios en su cuerpo sigue siendo un niño en muchos aspectos y todavía no tiene la capacidad de pensar como un adulto, ¡por eso es un adolescente!
            La niña también está creciendo a marchas forzadas, ya no queda mucho de aquella personita pequeñita que correteaba por la casa. Ahora está madurando, saca su carácter en todo momento e intenta conseguir lo que quiere y cree justo. Pero todavía conserva su vena cariñosa y me abraza cuando lo necesito.
            Ante la sociedad consumista de hoy en día cuesta muchísimo poner en una balanza todo cuanto te piden y valorar qué estás dispuesto a darles y qué no. ¿Quién no ha dicho aquella mítica frase: “todos lo tienen” para conseguir algo? Todos los niños y los jóvenes recurren a ella cuando desean algo con fervor. Luego, ante tu negativa, aparece la amenaza velada: “por tu culpa voy a ser el raro”. Y entonces te sientes culpable por seguir negándote.
            La verdad es que a mí me alucina ver niños de según qué edades con un móvil última generación, de aquellos que valen 500 o 600 euros, dos consolas último modelo, un iPod, un ordenador fabuloso,….  ¡Todavía son niños! Si ahora les concedes estos caprichos, ¿qué te van a pedir a los dieciocho o a los veinte años?
            Me sabría muy mal si con estas palabras hiero la sensibilidad de alguien, pero no puedo negar mi manera de pensar, de ver las cosas y de enfrentarme a la difícil tarea de ser madre. Porque es un trabajo que no viene con instrucciones y en muchos casos resulta difícil. ¡Siempre he pensado que todos cometemos fallos! ¡Somos humanos y es imposible ser perfectos! Pero sí tengo claro que debo ser fiel a mis convicciones.
            Todos los niños de hoy en día tienen de todo; ordenadores, móviles, consolas, maquinitas,…. ¡Y no les ayudamos en nada si se lo damos todo sin esfuerzo! Es importante hacerles entender que las cosas cuestan de ganar, que en esta vida nadie regala nada y que todo cuesta un esfuerzo.
            Muchas veces topamos con jóvenes que han luchado para llegar donde están y que viven con pasión su trabajo, que intentan superarse día a día, y nos alucina que sean tan trabajadores y dispuestos. Sin embargo también abundan los que están acostumbrados a tener todo lo que quieren sólo pidiéndolo y a esos les cuesta mucho entender que han de trabajar para ganárselo.
            Por eso yo intento no dárselo todo, ponerles objetivos para conseguir lo que piden y creo que pueden tener y ayudarlos a entender lo que cuesta ganarlo. Así cuando han logrado alcanzar las metas propuestas y tienen en sus manos lo que deseaban tienen una satisfacción tan grande que valoran muchísimo más la posesión del objeto.
            ¡Os deseo un feliz domingo!!!!

You Might Also Like

6 comentarios:

  1. Muy bien dicho, Pat. Estoy completamente de acuerdo contigo a pesar de no ser madre...lo que dices es lógico.
    Yo no tuve un móvil hasta los 16 y porque me fui a pasar un mes al extranjero. Mis compañeros lo tenían y yo me sentía como una bicho raro por no tenerlo...ahora, sinceramente, agradezco a mis padres que no me dejasen tenerlo.
    Igual que les agradezco que me controlasen el tiempo que pasaba frente al ordenador o frente a la tele; que no me diesen todo lo que quería; que no me dejasen ir de fiesta con catorce años... Me alegro que mis padres pusiesen un cauce a mi forma de madurar porque madurar es bonito, pero hacerlo de golpe es traumático.
    Diariamente tengo que ver niños emborrachándose, fumando, tomando drogas y haciendo cosas que sólo deberían probar cuando realmente tuviesen la madurez de hacerlo. Y me da lástima ver como tiran a la basura la niñez y se apresuran a alcanzar una madurez temprana que no les dará nada bueno.
    Pat, sé que eres una madre magnífica (así lo testimonia este escrito plagado de preocupaciones) y sé que un día tus hijos te agradecerán que les pusieses un freno de seguridad.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias por tus palabras Tamara!!! Y por tu confianza en mi labor. La verdad es que me encanta tener a mis hijos, verlos crecer y tener a veces dudas acerca de cómo encarar una situación. ¡Son maravillosos! Aunque a veces no me importaría tener un libro de instrucciones personalizado.... ¡Espero que te lo estés pasando bien! ¡Y que tu experiencia actual esté siendo genial! ¡Un beso muy grande!!!!

    ResponderEliminar
  3. Pat, tienes toda la razón. Diré que soy un joven al que le gusta la tecnología, tengo videoconsolas (y las jodidas son caras) y juegos (caros), pero a mi favor tengo que me las he comprado con mi dinero, dinero ahorrado con esfuerzo porque, como no salgo nunca, nunca se me ha dado un euro en casa.
    Sin embargo, tengo una hermana que es la única chica de la casa y la pequeña, ahora es casi una mujer y se marchó a Alemania, a trabajar con mi tío. Este mes vuelve porque no quiere estar allí, aunque tiene trabaja no tiene dinero para salir cada fin de semana, ni para ropa, chucherías... y encima no puede ir de fiesta con las amigas.
    Estoy con Tamara cuando creo que es una vergüenza ver a críos, que son críos, borrachos como cubas cada fin de semana. No hay que negar todo, pero hacerles entender es importante.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. JJ!!! Es importante estar al día de la tecnología y de todos los adelantos, y está genial que te lo hayas ganado con tu dinero. ¡Ese es el espíritu que intento inculcarles a mis hijos!!! La verdad es que si se lo tienes todo con tanta facilidad, ¿cómo aprendes a ganarlo con el sudor de tu frente?
    Y sí, es una vergüenza encontrarse con críos borrachos los fines de semana...
    Pero a pesar del trabajo que dan, ¡me encanta tener a mis hijos al lado!!!
    ¡Un beso y feliz domingo!!!

    ResponderEliminar
  5. Pat, tengo una amiga que tuvo tiene tres hijos, el mayor lo tuvo de joven, y es el que le da mas problemas, porque lo quiere todo de marca... La ultima pelea fue porque queria que mi amiga le pagara el carnet de conducir y el coche con el seguro, claro. Mi amiga, que tiene el caracter fuerte, y tiene los otros mas jovenes(unos 12 y 14 años, el mayor 18) y es madre separada le contesto que trabajara para pagarselo él, y lo ultimo que se es que le dijo que si le volvia a sacar el tema le haría ayudarla, ya que era ya mayor.
    Mi amiga trabaja en verano, bajo el sol en el arroz y en invierno en la naranja.
    No se como su hijo mayor tiene la cara de pedir aun mas a su madre.
    Es lo que dices, "Porque mi amigo...."
    Yo cuando sea madre, si no se lo ganan de alguna forma.... no tendran caprichos porque sí.
    Creo que me he enrollado.

    ResponderEliminar
  6. ¡No te has enrollado Silvia!!! Has expresado de una manera clara lo mismo que digo yo, aunque mi hijo de momento no me da más trabajo del habitual, ¡no deja de ser un adolescente! ¡Y es aquella época en la que están enfadados con el mundo y que sólo están bien con sus amigos! Pero creo que en todo debe haber unos límites y que hoy en día los malcriamos más que educarlos.... En fin, ¡a ver si logro inculcarles a los dos algo de sensatez!!!
    ¡Un beso guapa!

    ResponderEliminar