¡Cuántas cosas tengo hoy en la cabeza! ¡Suerte que ayer me dieron el móvil nuevo y la ocupé en entenderlo y aprender a usarlo! ¡Fijaros que al principio no sabía ni contestar una llamada! Cuando el móvil empezó a sonar apreté las únicas dos teclas que tiene, puse el dedo sobre el icono verde de la pantalla y nada, no se descolgaba. Al final se me ocurrió desplazar con el dedo el icono verde y voilà ¡se hizo la voz!

            ¡Y qué chulo lo del WhatsApp! ¡Con lo que a mí me gusta hablar, escribir y comunicarme me va a ser difícil no engancharme! Ayer ya recibí unos quince mensajes y envié otros tantos. ¡Y hoy mi hermana ya me ha dado los buenos días a las seis y media en punto!

            Hoy es el cumpleaños de mi niña, ¡cumple once años un día once! ¡Y encima del año once! Es una curiosidad un tanto divertida, ¡tantos onces danzando por aquí! Estoy contenta de que sea hoy el día de saber cómo andan mis cosas literarias en vez del 13, ¡hoy es un gran día!

            Ayer estuve con mi niña preparando las bolsas de chuches que hoy va a llevar al cole. Para que no sea una ruina le compro las chuches a granel y las bolsas de plástico para rellenarlas a su gusto. ¡Es divertido ir haciendo bolsitas y atándolas con un nudo! ¡Ella se lo pasa en grande pensando en el día siguiente!

            Por la tarde, tras pasar una horita en la piscina estudiando las vicisitudes de mi nuevo móvil, me fui a bailar para activar mi circulación y seguir sin pensar demasiado. ¡Es que si lleno mi mente con otras cosas logro apaciguar los pensamientos!

            En la clase de baile me pasó algo asombroso, la verdad. Soy un tanto supersticiosa, no sé si podría escribir sobre temas esotéricos sin tener un punto de superstición. Siempre he sostenido que encontrarse un céntimo en algún lado da buena suerte (antes era una peseta). Pues ayer, mientras estaba bailando y ya llevaba un rato de clase, noté algo que me incomodaba dentro de la bamba. Me paré a un ladito, me desabroché la bamba Nike de baile, me la saqué, la puse vertical y de ella salió un céntimo. ¡Increíble! Si no fuera porque estoy convencida de que las cosas no están en su mejor momento pensaría que es una señal, así que lo voy a interpretar como que pase lo que pase hoy será positivo para mí.

            ¿Qué os ha parecido la nueva página? De momento no he tenido demasiado tiempo de releerlo, pero prometo ir puliendo el contenido a medida que pasen los días. ¡Seguro que valdrá la pena!

            Bueno, hoy mi entrada es un poquito más cortita, deberéis perdonarme, es que estoy un poquito espesa, aunque no me he puesto tan nerviosa como otras veces y tengo las cosas muy asentadas, no deja de ser un día importante en muchísimos sentidos y lo de dormir no lo he llevado muy bien. ¡Se puede engañar a la mente en las horas conscientes, pero cuando cae la noche no hay nada que hacer!

            ¡Un beso! ¡Feliz día!